Löydetty 96 Tulokset: quiso

  • Pero Yavé tuvo piedad y se compadeció de ellos, volviéndose propicio a ellos, a causa de la Alianza con Abraham, Isaac y Jacob, y no quiso destruirlos totalmente ni echarlos lejos de su rostro. (2 Reyes 13, 23)

  • por todo el mal que había hecho y también por la sangre que había derramado, llenando Jerusalén de sangre inocente. Por todo esto Yavé no quiso perdonar. (2 Reyes 24, 4)

  • Saúl dijo a su escudero: «Saca tu espada y traspásame con ella; no sea que vengan esos incircuncisos y se burlen de mí.» Pero el escudero no quiso, pues estaba lleno de temor. Entonces tomó Saúl la espada y se arrojó sobre ella. (1 Crónicas 10, 4)

  • Al punto estos tres irrumpieron en medio del campamento de los filisteos, sacaron agua de la cisterna que hay en la puerta de Belén, se la llevaron y se la ofrecieron a David. Pero David no quiso beberla, sino que la derramó en el suelo y la ofreció a Yavé, diciendo: (1 Crónicas 11, 18)

  • «No quiera Dios que yo haga tal cosa, no voy yo a beber esta agua, pues sería beber la sangre de estos hombres, ya que la trajeron arriesgando su vida.» No quiso beberla. Esto es lo que hicieron los tres héroes. (1 Crónicas 11, 19)

  • Balat y todas las ciudades de almacenamiento que le pertenecían y las ciudades de los carros y de la caballería, y todo lo que quiso edificar en Jerusalén, en el Líbano y en todo el país de su dominio. (2 Crónicas 8, 6)

  • El rey Salomón retribuyó a la reina de Saba lo que ella le había traído. Además le dio todo cuanto ella quiso pedir. Después se volvió ella y regresó a su país con sus servidores. (2 Crónicas 9, 12)

  • Pero Yavé no quiso destruir la descendencia de David, a causa de la alianza que había hecho con David, cuando le prometió que le guardaría siempre una lámpara a él y a sus hijos. (2 Crónicas 21, 7)

  • Cuando se vio en angustia, quiso aplacar a Yavé, su Dios, humillándose profundamente en presencia del Dios de sus padres. (2 Crónicas 33, 12)

  • Cuando nuestros enemigos supieron que estábamos avisados, Dios quiso que se desbarataran sus planes, y todos volvimos a la muralla, cada cual a su trabajo. (Nehemías 4, 9)

  • Después de oír esto Sara, se sintió tan afligida que quiso ahorcarse. Sin embargo, pensó: «Soy hija única de mi padre. Si se me ocurriera hacer tal cosa, ¡qué vergüenza para él! Por culpa mía su vejez acabaría llena de tristeza.» (Tobías 3, 10)

  • Pronto sabrán todas las mujeres lo que hizo la reina y van a hacer también lo mismo con sus maridos, pues se dirán: «¿Para qué vamos a respetar a nuestros maridos si la reina Vasti no quiso obedecerle al mismo rey Asuero cuando la mandó llamar?» (Ester 1, 17)


“Diante de Deus ajoelhe-se sempre.” São Padre Pio de Pietrelcina