Löydetty 373 Tulokset: pueblos cananeos

  • el Aradio, el Samareo y el Amateo. Luego se dispersaron las familias de los cananeos, (Génesis 10, 18)

  • Entraron en Canaán, y Abram atravesó el país hasta llegar al lugar sagrado de Siquem, al árbol de Moré. En aquel tiempo los cananeos ocupaban el país. (Génesis 12, 6)

  • Hubo una pelea entre los pastores del rebaño de Abram y los de Lot. (Los cananeos y los perezeos habitaban en el país en aquel tiempo). (Génesis 13, 7)

  • de los amorreos, de los cananeos, de los jergeseos y los jebuseos." (Génesis 15, 21)

  • La bendeciré de tal manera, que pueblos y reyes saldrán de ella.» (Génesis 17, 16)

  • Y porque has obedecido a mi voz, todos los pueblos de la tierra serán bendecidos a través de tu descendencia.» (Génesis 22, 18)

  • Estos son los hijos de Ismael y éstos son los nombres de sus pueblos y campamentos. Fueron doce, caudillos de sus respectivas tribus. (Génesis 25, 16)

  • Yavé le dijo: «Dos naciones hay en tu seno; dos pueblos se separarán desde tus entrañas. Uno será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor.» (Génesis 25, 23)

  • Que te sirvan los pueblos y las naciones se inclinen ante ti. Sé señor de tus hermanos, que los hijos de tu madre se inclinen ante ti. Sea maldito quien te maldiga, y bendito quien te bendiga." (Génesis 27, 29)

  • Dijo entonces Jacob a Simeón y a Leví: «Me han dejado en mala situación, y por culpa de ustedes me odiarán los cananeos y los fereceos que ocupan el país. Yo sólo tengo unos pocos hombres, y si ellos se unen para atacarme, me exterminarán junto con toda mi gente.» (Génesis 34, 30)

  • Israel se negó y le dijo: «Lo sé, hijo mío, lo sé. Él también se hará pueblo, también él llegará a ser grande, pero su hermano menor será más grande que él y su descendencia formará un familia de pueblos.» (Génesis 48, 19)

  • El cetro no será arrebatado de Judá ni el bastón de mando de entre sus piernas hasta que venga aquél a quien le pertenece y a quien obedecerán los pueblos. (Génesis 49, 10)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina