Löydetty 24 Tulokset: prosperidad

  • Desde ese momento, Yavé bendijo la casa del egipcio, en consideración a José. Dio prosperidad tanto a la casa como al campo. (Génesis 39, 5)

  • Escucha, pues, Israel, y cuida de poner en práctica lo que ha de traerte felicidad y prosperidad en esta tierra que mana leche y miel, como lo prometió Yavé, Dios de tus padres. (Deuteronomio 6, 3)

  • pues no debe haber pobres en medio de ti mientras Yavé te dé prosperidad en la tierra que es tu herencia y que ha pasado a ser tuya. (Deuteronomio 15, 4)

  • No tendrás piedad de él, sino que harás desaparecer de en medio de Israel el derramamiento de sangre inocente y así tendrás prosperidad. (Deuteronomio 19, 13)

  • sino que dejarás que ella se vaya y tomarás para ti sólo las crías. Así tendrás prosperidad y larga vida. (Deuteronomio 22, 7)

  • A estos pueblos nunca les proporcionarás prosperidad ni bienestar. (Deuteronomio 23, 7)

  • Yavé, tu Dios, te dará abundante prosperidad en todo lo que hagas, multiplicará a tus hijos y las crías de tus ganados; tu tierra será fecunda y tendrás de todo en abundancia. De nuevo se complacerá Yavé en tratarte bien, como hizo con tus padres, (Deuteronomio 30, 9)

  • Buscó a Dios durante la vida de Zacarías, que enseñaba el temor de Dios; y mientras buscó a Yavé, Dios le dio prosperidad. (2 Crónicas 26, 5)

  • Por tanto, no den sus hijas como esposas para los hijos de ellos; ni tomen las hijas de ellos para sus hijos; no cooperen a la prosperidad y bienestar de ellos. Háganse fuertes, coman los mejores frutos de la tierra y déjensela en herencia a sus hijos para siempre. (Esdras 9, 12)

  • Mientras vivían en su reino, gozando de la prosperidad que venía de ti, y la muy fértil y espaciosa tierra que tú les habías preparado, no te sirvieron ni se arrepintieron de sus pecados. (Nehemías 9, 35)

  • Los humildes heredarán la tierra y será grande su prosperidad. (Salmos 37, 11)

  • Nos alegramos mucho de su prosperidad y fama. (1 Macabeos 12, 12)


“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina