Löydetty 55 Tulokset: permanece

  • No te fíes nunca de tu enemigo: su maldad permanece igual como el bronce bajo el óxido. (Sirácides (Eclesiástico) 12, 10)

  • La generosidad, en cambio, es como un jardín de bendiciones, la misericordia permanece para siempre. (Sirácides (Eclesiástico) 40, 17)

  • Una vida, por buena que sea, dura sólo un tiempo, mientras que el buen nombre permanece para siempre. (Sirácides (Eclesiástico) 41, 13)

  • Hijos míos, guarden mis enseñanzas y háganlas prosperar: si la sabiduría permanece escondida y el tesoro enterrado, ¿para qué sirven? (Sirácides (Eclesiástico) 41, 14)

  • La ciudad fortificada está ahora solitaria, permanece abandonada y triste como un desierto. Allí van a pastar los animales, allí crecen y se extienden los matorrales. (Isaías 27, 10)

  • La hierba se seca y la flor se marchita, mas la palabra de nuestro Dios permanece para siempre. (Isaías 40, 8)

  • Fue maltratado y él se humilló y no dijo nada, fue llevado cual cordero al matadero, como una oveja que permanece muda cuando la esquilan. (Isaías 53, 7)

  • Todos nosotros gruñimos como osos y gemimos como palomas. Esperábamos que nos hicieran justicia, pero nada, o que llegara nuestra salvación, pero permanece lejos de nosotros. (Isaías 59, 11)

  • Pero tú, Yavé, reinas para siempre, tu trono permanece firme de generación en generación. (Lamentaciones 5, 19)

  • Ella misma es el libro de los mandamientos, y la Ley de Dios que permanece para siempre. Todos los que la conservan alcanzarán la vida; pero los que la abandonan, morirán. (Baruc 4, 1)

  • Apacienta con tu vara a tu pueblo, al pequeño rebaño que te pertenece y que todavía permanece extraviado en los matorrales, en una zona de excelentes pastizales. Concédele que pueda ir a pastar en Basán y en Galaad, como lo hacía antiguamente. (Miqueas 7, 14)

  • Trabajen, no por el alimento de un día, sino por el alimento que permanece y da vida eterna. Este se lo dará el Hijo del hombre; él ha sido marcado con el sello del Padre.» (Evangelio según San Juan 6, 27)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina