Löydetty 120 Tulokset: otras

  • Muchas personas extendían sus capas a lo largo del camino, mientras otras lo cubrían con ramas cortadas en el campo. (Evangelio según San Marcos 11, 8)

  • Cuando Jesús estaba en Galilea, ellas lo seguían y lo servían. Con ellas estaban también otras más que habían subido con Jesús a Jerusalén. (Evangelio según San Marcos 15, 41)

  • Y muy temprano, el primer día de la semana, llegaron al sepulcro, apenas salido el sol. Se decían unas a otras: (Evangelio según San Marcos 16, 2)

  • Con estas instrucciones y muchas otras, Juan anunciaba la Buena Nueva al pueblo. (Evangelio según San Lucas 3, 18)

  • Pero Jesús les dijo: «Yo tengo que anunciar también a las otras ciudades la Buena Nueva del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado.» (Evangelio según San Lucas 4, 43)

  • Juana, mujer de un administrador de Herodes, llamado Cuza; Susana, y varias otras que los atendían con sus propios recursos. (Evangelio según San Lucas 8, 3)

  • ¡Pobres de ustedes, fariseos! Ustedes dan para el Templo la décima parte de todo, sin olvidar la menta, la ruda y las otras hierbas, pero descuidan la justicia y el amor a Dios. Esto es lo que tienen que practicar, sin dejar de hacer lo otro. (Evangelio según San Lucas 11, 42)

  • «Si alguno de ustedes pierde una oveja de las cien que tiene, ¿no deja las otras noventa y nueve en el desierto y se va en busca de la que se le perdió, hasta que la encuentra? (Evangelio según San Lucas 15, 4)

  • Si te ofende siete veces al día y otras tantas vuelve arrepentido y te dice: "Lo siento", perdónalo.» (Evangelio según San Lucas 17, 4)

  • Vino el segundo y le dijo: «Señor, tu moneda ha producido otras cinco más.» (Evangelio según San Lucas 19, 18)

  • Tengo otras ovejas que no son de este corral. A esas también las llevaré; escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño con un solo pastor. (Evangelio según San Juan 10, 16)

  • Muchas otras señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos que no están escritas en este libro. (Evangelio según San Juan 20, 30)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina