Löydetty 906 Tulokset: muerte de Aarón

  • y descubrí que lo acusaban por cuestiones de su Ley, pero que no había ningún cargo que mereciera la muerte o la prisión. (Hecho de los Apóstoles 23, 29)

  • Si he cometido algún delito que merezca la muerte, acepto morir. Pero si no he hecho nada de lo que me acusan, nadie tiene derecho a entregarme a ellos. Apelo al César.» (Hecho de los Apóstoles 25, 11)

  • Yo, por mi parte, me convencí de que no había hecho nada digno de muerte, y como él mismo apelaba al emperador, decidí enviárselo. (Hecho de los Apóstoles 25, 25)

  • Así lo hice en Jerusalén con los poderes que me dieron los jefes de los sacerdotes: hice encarcelar a muchos creyentes, y cuando eran condenados a muerte, yo di también mi voto. (Hecho de los Apóstoles 26, 10)

  • Mientras se retiraban, conversaban entre sí y decían: «Este no es hombre para hacer cosas que merezcan la muerte o la cárcel.» (Hecho de los Apóstoles 26, 31)

  • Entonces los soldados pensaron en dar muerte a los presos por temor a que alguno se escapara nadando. (Hecho de los Apóstoles 27, 42)

  • Los romanos querían dejarme en libertad después de haberme interrogado, pues no encontraban en mí nada que mereciera la muerte. (Hecho de los Apóstoles 28, 18)

  • Conocen las sentencias de Dios y saben que son dignos de muerte quienes obran de esa forma. Pero no solamente lo hacen, sino que aprueban a los que actúan de igual modo. (Carta a los Romanos 1, 32)

  • Cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con él por la muerte de su Hijo; con mucha más razón ahora su vida será nuestra plenitud. (Carta a los Romanos 5, 10)

  • Un solo hombre hizo entrar el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte. Después la muerte se propagó a todos los hombres, ya que todos pecaban. (Carta a los Romanos 5, 12)

  • Por eso, desde Adán hasta Moisés, la muerte tuvo poder, incluso sobre aquellos que no desobedecían abiertamente como en el caso de Adán. Pero otro Adán superior a éste había de venir. (Carta a los Romanos 5, 14)

  • Y si bien reinó la muerte por culpa de uno y debido a uno solo, con mucha mayor razón la vida reinará gracias a uno solo, Jesucristo, en todos aquellos que aprovechan el derroche de la gracia y el don de la verdadera rectitud. (Carta a los Romanos 5, 17)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina