Löydetty 78 Tulokset: morirá
Pero reservarás a Aarón y sus hijos las funciones sacerdotales. El que no sea levita y se acerque, morirá.» (Números 3, 10)
Yo mismo escogí a sus hermanos los Levitas de en medio de los israelitas para dárselos. Son donados de Dios para servir en la Tienda de las Citas. Tú, y tus hijos contigo, desempeñarán su ministerio en todo lo que se refiere al altar y a lo que pasa detrás de la cortina. Ustedes asegurarán su servicio y ese sacerdocio es un don que les hago; el extraño que quisiere meterse en eso, morirá". (Números 18, 6)
Allí le quitarás a Aarón sus vestiduras y se las pondrás a su hijo Eleazar, puesto que Aarón irá a reunirse con sus padres, allí morirá". (Números 20, 26)
El hombre que se atreva a actuar en otra forma y no escuche al sacerdote que se encuentra allí al servicio de Yavé, ni al juez, morirá. Harás desaparecer el mal de Israel. (Deuteronomio 17, 12)
Pero si un profeta pretende hablar en mi nombre sin que lo haya mandado, o si habla en nombre de otros dioses, morirá.» (Deuteronomio 18, 20)
entonces la sacarás a la puerta de la casa de su padre y morirá apedreada por el pueblo, por haber cometido una infamia en Israel, prostituyéndose mientras todavía estaba en la casa de su padre. Así harás desaparecer el mal de en medio de ti. (Deuteronomio 22, 21)
Pero si el hombre encuentra en el campo a una joven prometida en matrimonio, y a la fuerza la viola, sólo el hombre que la violó morirá. (Deuteronomio 22, 25)
Por la vida de Yavé que salvó a Israel, que aunque se trate de mi hijo Jonatán, no lo perdonaré y morirá.» Ninguno del pueblo se atrevió a responderle. (1 Samuel 14, 39)
Saúl dijo: «Echen suerte entre mi hijo Jonatán y yo; y aquel que señale Yavé morirá.» Pero el pueblo dijo: «No será así.» Saúl insistió y fue echada la suerte entre él y su hijo Jonatán, y fue señalado Jonatán. (1 Samuel 14, 42)
Pero como ofendiste a Yavé en este asunto, el hijo que te nació morirá.»Dicho esto, Natán se marchó a su casa. (2 Samuel 12, 14)
David les respondió: «Mientras el niño vivía ayuné y lloré, pues me decía: ¿Quién sabe si Yavé tendrá compasión de mí y el niño no morirá? (2 Samuel 12, 22)
Salomón, en respuesta, exclamó: «Si se porta como un hombre honrado, no caerá en tierra ni uno solo de sus cabellos; pero si comete alguna falta, morirá.» (1 Reyes 1, 52)
