Löydetty 592 Tulokset: lista de reyes derrotados por josué

  • Pero, ¿qué es lo que veo? Ellos se acobardan y retroceden. Los más valientes son derrotados, huyen sin volver la cabeza, ¡Terror por todas partes! dice Yavé. (Jeremías 46, 5)

  • Porque ha llegado el día en que serán aniquilados todos los filisteos, y en que Tiro y Sidón verán derrotados hasta sus últimos aliados. Sí, Yavé exterminará a los filisteos, a los restos de la isla de Caftor. (Jeremías 47, 4)

  • Esto dice Yavé respecto de Quedar y los reinos de Jasor derrotados por Nabucodonosor: ¡Levántense y suban a Quedar y dejen en la ruina a los hijos de Oriente! (Jeremías 49, 28)

  • Miren ese pueblo que viene del norte, es una gran nación, sus reyes poderosos se levantan desde los confines del mundo. (Jeremías 50, 41)

  • Le habló amigablemente y le concedió un trato superior al de los otros reyes que estaban con él en Babilonia. (Jeremías 52, 32)

  • Nunca creyeron los reyes de la tierra, ni cuantos viven en el mundo, que adversarios y enemigos entrarían por las puertas de Jerusalén. (Lamentaciones 4, 12)

  • a nuestros reyes y nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, nuestros profetas y nuestros padres, (Baruc 1, 16)

  • Por eso el Señor cumplió la palabra que había pronunciado en contra nuestra, contra nuestros gobernantes que gobernaron a Israel, contra nuestros reyes y nuestros jefes, tanto en Israel como en Judá. (Baruc 2, 1)

  • Nosotros no nos apoyamos en los méritos de nuestros padres y de nuestros reyes para depositar nuestra súplica en tu presencia, Señor Dios. (Baruc 2, 19)

  • Pero nosotros no escuchamos tu invitación de servir al rey de Babilonia; entonces tú cumpliste las palabras que habías pronunciado por ministerio de tus siervos los profetas: los huesos de nuestros reyes y los de nuestros padres serían sacados de su lugar. (Baruc 2, 24)

  • Porque siendo, como son, cosa de madera, dorados y plateados, conocerán finalmente todas las naciones y reyes que son un engaño; reconocerán que no son dioses, sino obra de las manos de los hombres, y que nada hacen en prueba de que son dioses. (Baruc 6, 50)

  • No envían maldición ni bendición a los reyes; (Baruc 6, 65)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina