Löydetty 870 Tulokset: linaje de David

  • Después de recibirla, nuestros padres la introdujeron, al mando de Josué, en la tierra conquistada a los paganos a quienes Dios expulsó delante de ellos. Esto duró hasta los días de David. (Hecho de los Apóstoles 7, 45)

  • David agradó a Dios y quiso darle un lugar donde descansara entre los hijos de Jacob. (Hecho de los Apóstoles 7, 46)

  • Pero después Dios lo rechazó y les dio a David, de quien dio este testimonio: Encontré a David, hijo de Jesé, un hombre a mi gusto, que llevará a cabo mis planes. (Hecho de los Apóstoles 13, 22)

  • Ahora bien, Dios ha cumplido su promesa: ha hecho surgir de la familia de David un salvador para Israel, ese es Jesús. (Hecho de los Apóstoles 13, 23)

  • Dios lo resucitó de entre los muertos, y no volverá a conocer muerte ni corrupción. Pues así lo dijo: Les daré las cosas santas, las realidades verdaderas que reservaba para David. (Hecho de los Apóstoles 13, 34)

  • Bien saben que David, después de haber servido durante su vida a los designios de Dios, murió, se reunió con sus padres y experimentó la corrupción. (Hecho de los Apóstoles 13, 36)

  • Después de esto volveré y construiré de nuevo la choza caída de David. Reconstruiré sus ruinas y la volveré a levantar, (Hecho de los Apóstoles 15, 16)

  • En realidad no está lejos de cada uno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como dijeron algunos poetas de ustedes: «Somos también del linaje de Dios.» (Hecho de los Apóstoles 17, 28)

  • Si de verdad somos del linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad se parezca a las creaciones del arte y de la fantasía humanas, ya sean de oro, plata o piedra. (Hecho de los Apóstoles 17, 29)

  • se refiere a su Hijoque nació de la descendencia de David según la carne, (Carta a los Romanos 1, 3)

  • Así David felicita al que Dios cuenta entre los justos sin que sea el fruto de sus obras: (Carta a los Romanos 4, 6)

  • Y David dice: Que sus banquetes sean trampa y un lazo, una piedra donde caigan ellos mismos y encuentren ahí su castigo. (Carta a los Romanos 11, 9)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina