Löydetty 186 Tulokset: lejos
haré que les brote la risa de sus labios: ¡Paz, paz al que está lejos y al que está cerca!, dice Yavé. Sí, yo te voy a sanar.» (Isaías 57, 19)
Todos nosotros gruñimos como osos y gemimos como palomas. Esperábamos que nos hicieran justicia, pero nada, o que llegara nuestra salvación, pero permanece lejos de nosotros. (Isaías 59, 11)
Levanta los ojos a tu alrededor y contempla: todos se reúnen y vienen a ti; tus hijos llegan de lejos y tus hijas son traídas en brazos. (Isaías 60, 4)
Pero si las islas ahora creen en mí! mira cómo los barcos de Tarsis acuden, trayendo de lejos a tus hijos, con su plata y su oro, a causa del Nombre de Yavé, tu Dios, del Santo de Israel que te ha glorificado. (Isaías 60, 9)
Yo haré un prodigio en medio de ellos y, luego, mandaré los sobrevivientes hacia todas las naciones: hacia Tarsis, Lud y Put, Meshek, Tubal y Javan, en una palabra, hacia las tierrras lejanas de ultramar que no saben de mi fama ni han visto mi gloria. Ellos darán a conocer mi gloria entre las naciones a lo lejos, (Isaías 66, 19)
Gente de Israel, Yavé les habla: Estoy trayendo de muy lejos una nación contra ustedes. Es una nación invencible y muy antigua, cuyo idioma desconoces. (Jeremías 5, 15)
y los arrojaré lejos de mi presencia, como arrojé a sus hermanos del norte, a toda la gente de Efraín. (Jeremías 7, 15)
¿Quién me diera, en el desierto, una posada de viajeros, para dejar a mi pueblo e irme lejos de ellos? Porque son todos unos adúlteros, una pandilla de traidores. (Jeremías 9, 1)
Pues así habla Yavé: «Voy a lanzar muy lejos a los habitantes del país y los haré perseguir de manera que los alcancen.» (Jeremías 10, 18)
Los plantas en esta tierra y en seguida echan raíces, crecen y dan frutos, a pesar de que te honran con puras palabras y estás lejos de sus corazones. (Jeremías 12, 2)
Y me dijo Yavé: Aunque Moisés y Samuel vinieran en persona a rogar por este pueblo, mi corazón no se compadecería de él. ¡Echalos de mi presencia, que se vayan lejos! (Jeremías 15, 1)
¿Soy yo un Dios sólo de cerca?, dice Yavé, ¿no soy Dios también de lejos? (Jeremías 23, 23)
