Löydetty 1262 Tulokset: honrar padre y madre
Comprendió, pues, que las mujeres cananeas no agradaban a su padre Isaac. (Génesis 28, 8)
Yavé estaba allí a su lado, de pie, y le dijo: «Yo soy Yavé, el Dios de tu padre Abrahán y de Isaac. Te daré a ti y a tus descendientes la tierra en que descansas. (Génesis 28, 13)
y si logro volver sano y salvo a la casa de mi padre, Yavé será mi Dios. (Génesis 28, 21)
Todavía estaba Jacob hablando con ellos, cuando llegó Raquel con las ovejas de su padre, pues era pastora. (Génesis 29, 9)
Apenas Jacob vio a Raquel, hija de Labán, hermano de su madre, se acercó al pozo, movió la piedra de la boca del pozo y dio agua a las ovejas de Labán. (Génesis 29, 10)
Jacob hizo saber a Raquel que era hermano de su padre e hijo de Rebeca, y ella fue corriendo a decírselo a su padre. (Génesis 29, 12)
En el tiempo de la siega del trigo, salió Rubén y encontró unas manzanas silvestres en el campo; y se las llevó a su madre Lía. Las vio Raquel y dijo a Lía: «Por favor, dame alguna de esas manzanas silvestres que ha traído tu hijo.» (Génesis 30, 14)
Supo Jacob lo que los hijos de Labán andaban diciendo: «Jacob se ha apoderado de todo lo de nuestro padre, y con lo de nuestro padre ha hecho toda esa fortuna.» (Génesis 31, 1)
y les dijo: «Veo que el padre de ustedes no me mira con buenos ojos como antes, pero el Dios de mi padre ha estado conmigo. (Génesis 31, 5)
Ustedes saben muy bien que he servido a su padre con todas mis fuerzas, (Génesis 31, 6)
De esta manera ha ido Dios quitándole el rebaño a su padre para dármelo a mí. (Génesis 31, 9)
Respondieron Raquel y Lía: «¿Acaso tenemos que ver algo todavía con la casa de nuestro padre, o somos aún sus herederas? (Génesis 31, 14)