Löydetty 593 Tulokset: habían
Allí se encontró con un judío llamado Aquila, natural de Ponto, que acababa de llegar de Italia con su esposa Priscila, a consecuencia de un decreto del emperador Claudio; porque todos los judíos habían recibido la orden de abandonar Roma. Pablo se acercó a ellos (Hecho de los Apóstoles 18, 2)
Le habían enseñado algo del camino del Señor, y hablaba con mucho entusiasmo. Enseñaba en forma acertada lo referente a Jesús, aunque sólo se había quedado con el bautismo de Juan. (Hecho de los Apóstoles 18, 25)
Muchos de los que habían aceptado la fe venían a confesar y exponer todo lo que antes habían hecho. (Hecho de los Apóstoles 19, 18)
No pocos de los que habían practicado la magia juntaron sus libros y los quemaron delante de todos. Calculado el precio de esos libros, se estimó en unas cincuenta mil monedas de plata. (Hecho de los Apóstoles 19, 19)
tenía cuatro hijas que se habían quedado vírgenes y tenían el don de profecía. (Hecho de los Apóstoles 21, 9)
Al día siguiente acompañamos a Pablo a casa de Santiago, donde se habían reunido todos los presbíteros. (Hecho de los Apóstoles 21, 18)
Decían esto porque poco antes habían visto a Pablo en la ciudad acompañado de Trófimo, natural de Efeso, y pensaron que Pablo lo había llevado al Templo. (Hecho de los Apóstoles 21, 29)
Los judíos habían detenido a este hombre y estaban a punto de matarlo, cuando me enteré de que era un ciudadano romano e intervine con la tropa para arrancarlo de sus manos. (Hecho de los Apóstoles 23, 27)
Apenas se presentó, los judíos que habían bajado de Jerusalén lo acosaron con numerosas y graves acusaciones. Pero no podían probar lo que alegaban. (Hecho de los Apóstoles 25, 7)
Abrahán creyó y esperó contra toda esperanza, llegando a ser padre de muchas naciones, según le habían dicho: ¡Mira cuán numerosos serán tus descendientes! (Carta a los Romanos 4, 18)
Como todavía no habían hecho ni bien ni mal, la elección de Dios era totalmente libre y todo dependía, (Carta a los Romanos 9, 11)
Me guié por la Escritura: Lo verán aquellos a quienes no había sido anunciado, y lo conocerán los que nada habían oído. (Carta a los Romanos 15, 21)