Löydetty 473 Tulokset: gran aflicción

  • Todos éstos eran hijos de Obededom, ellos y sus hijos y sus hermanos eran hombres de gran valor para el servicio. Sesenta y dos de Obededom. (1 Crónicas 26, 8)

  • Y el pueblo se alegró por estas ofrendas voluntarias; porque de todo corazón lo habían ofrecido espontáneamente a Yavé. También el rey David tuvo una gran alegría. (1 Crónicas 29, 9)

  • Aquel día comieron y bebieron ante Yavé con gran gozo. Luego proclamaron segundo rey a Salomón hijo de David, lo ungieron en nombre de Yavé y del sacerdote Sadoq. (1 Crónicas 29, 22)

  • Yavé engrandeció en gran manera a Salomón a los ojos de todo el pueblo de Israel, y le dio un reinado glorioso como nunca había tenido ninguno de los que habían tenido el mando en Israel antes que él. (1 Crónicas 29, 25)

  • y Salomón respondió a Yavé: «Tú hiciste con David, mi padre, gran misericordia, y a mí me has hecho reinar en su lugar. (2 Crónicas 1, 8)

  • Dame, pues, la sabiduría y el entendimiento para que pueda conducir a este pueblo, porque ¿quién podrá gobernar a este gran pueblo?» (2 Crónicas 1, 10)

  • y los míos trabajarán con los tuyos para preparar la gran cantidad de madera, pues la casa que yo deseo construir ha de ser grande y magnífica. (2 Crónicas 2, 8)

  • Hizo una gran pileta de metal fundido, llamado el mar, de diez codos de borde a borde, enteramente redondo y de cinco codos de alto. Un cordón de treinta codos medía su contorno. (2 Crónicas 4, 2)

  • Salomón fabricó todos estos utensilios en tan gran cantidad que no se pudo calcular el peso del bronce. (2 Crónicas 4, 18)

  • También al extranjero que no es de tu pueblo Israel, el que viene de un país lejano a causa de tu gran nombre, tu mano fuerte y tu brazo fuerte, cuando venga a rezar en esta Casa, (2 Crónicas 6, 32)

  • La reina de Saba había oído la fama de Salomón, y vino a Jerusalén a probarlo por enigmas. Vino con muchos servidores y con camellos que traían aromas, gran cantidad de oro y piedras preciosas. Fue donde Salomón y conversó con él sobre todas sus inquietudes. (2 Crónicas 9, 1)

  • Dio al rey ciento veinte talentos de oro, gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca se vieron aromas como los que la reina de Saba dio al rey Salomón. (2 Crónicas 9, 9)


“Agradeça sempre ao Pai eterno por sua infinita misericórdia”. São Padre Pio de Pietrelcina