Löydetty 27 Tulokset: espadas
Al tercer día, cuando estaban más doloridos, dos hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, agarraron sus espadas, entraron en la ciudad sin peligro y mataron a todos los varones. (Génesis 34, 25)
En toda la tierra de Israel no había herreros, ya que los filisteos habían tomado esta precaución, para que los hebreos no hicieran espadas ni lanzas. (1 Samuel 13, 19)
por eso Saúl dijo al sacerdote: «Retira tu mano.» Saúl reunió a toda su tropa y se dirigieron al campo de batalla; allí vieron que la confusión era total y que unos y otros se herían con sus espadas. (1 Samuel 14, 20)
Entonces ordené que la gente se colocara detrás de la muralla, ahí donde tenía menos altura; los dispuse por familias, a cada uno con sus espadas, lanzas y arcos. (Nehemías 4, 7)
Su furor encontró a quien desgarrar y me persigue, rechinando contra mí sus dientes. Los ojos de mis enemigos me rodean como espadas (Job 16, 9)
su boca es más untuosa que una crema pero su corazón es agresivo; sus palabras, más suaves que el aceite, son espadas desenvainadas. (Salmos 55, 22)
A toda boca dicen barbaridades, de sus labios salen como espadas: «¡Escuche Dios, si puede!»¿ (Salmos 59, 8)
Al amanecer, apareció Judas en la llanura con tres mil hombres que no tenían ni los escudos ni las espadas que hubieran deseado. (1 Macabeos 4, 6)
Sucedió que durante cerca de cuarenta días aparecieron en toda la ciudad, corriendo por los aires, jinetes vestidos de oro, tropas armadas y formadas en escuadrones, espadas desenvainadas, (2 Macabeos 5, 2)
Cuando se presentó el primer batallón de Judas, el miedo y el pánico se apoderaron de los enemigos como consecuencia de una aparición de Aquel que todo lo ve. Emprendieron la fuga, unos por un lado, y otros, por otro, de manera que eran arrastrados por sus propios compañeros y heridos por sus mismas espadas. (2 Macabeos 12, 22)
personas con dientes como espadas y colmillos como cuchillos, que devoran a los humildes del país y a los pobres del pueblo! (Proverbios 30, 14)
Hará de arbitro entre las nacionesy a los pueblos dará lecciones.Harán arados de sus espadas y sacarán hoces de sus lanzas.Una nación no levantará la espada contra otray no se adiestrarán para la guerra. (Isaías 2, 4)