Löydetty 310 Tulokset: dijeron
Judas y sus hermanos se dijeron entonces: «Nuestros enemigos están derrotados: subamos, pues, y purifiquemos el Lugar Santo para consagrarlo de nuevo.» (1 Macabeos 4, 36)
se dijeron: «Tenemos que ser famosos también nosotros, así que salgamos a pelear contra los paganos que viven más cerca.» (1 Macabeos 5, 57)
Estando todavía en Persia, le comunicaron las derrotas de los ejércitos enviados a Judea. Le dijeron (1 Macabeos 6, 5)
dijeron: «Tú, Señor, elegiste esta Casa para que en ella fuera invocado tu nombre, para que fuera casa de oración y súplica para tu pueblo. (1 Macabeos 7, 37)
le dijeron cuánto habían hecho en España, para apoderarse de las minas de plata y oro de ese país, (1 Macabeos 8, 3)
Se reunieron entonces los amigos de Judas y dijeron a Jonatán: (1 Macabeos 9, 28)
Entonces todos los renegados se reunieron. Dijeron: «Jonatán y los suyos viven en paz sin temor alguno. Mandemos, pues, a buscar a Báquides para que se apodere de todos en una sola noche.» (1 Macabeos 9, 58)
Los que fueron a Roma entraron al Senado y les dijeron: «El sumo sacerdote Jonatán y la nación de los judíos nos han enviado a renovar con ustedes la amistad y la alianza que nos unió anteriormente.» (1 Macabeos 12, 3)
Envió observadores al campamento de ellos, y éstos al volver le dijeron que los enemigos habían resuelto sorprenderlos durante la noche. (1 Macabeos 12, 26)
Mientras el Sumo Sacerdote ofrecía el sacrificio de expiación, se aparecieron otra vez a Heliodoro los mismos jóvenes, vestidos de la misma manera, y poniéndose ante él le dijeron: «Da gracias al Sumo Sacerdote Onías, pues por él te concede el Señor la gracia de vivir; (2 Macabeos 3, 33)
Todo ese pueblo ha sido testigo, la gente de Efraím y los habitantes de Samaria. Perose hicieron fuertes y dijeron con soberbia: (Isaías 9, 8)
Esta es la sentencia que ha pronunciado Yavé en contra de los hombres de Anatot, que me amenazaron de muerte y me dijeron: «Deja de hacerte el profeta de Yavé, y te perdonaremos la vida.» (Jeremías 11, 21)