Löydetty 204 Tulokset: desobediencia a los mandamientos
Ahora, pues, a los ojos de todo el pueblo de Israel, que es la asamblea de Yavé, y a oídos de nuestro Dios, guarden y mediten todos los mandamientos de Yavé su Dios, para que puedan poseer esta tierra espléndida y la dejen como heredad a sus hijos después de ustedes para siempre. (1 Crónicas 28, 8)
Da a mi hijo Salomón un corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, tus instrucciones y tus preceptos, y lo ponga todo por obra y edifique la Casa que yo he preparado.» (1 Crónicas 29, 19)
Pero si se apartan, abandonando los decretos y los mandamientos que les he dado, y van a servir a otros dioses, postrándose ante ellos, (2 Crónicas 7, 19)
sino que buscó al Dios de sus padres, andando conforme a sus mandamientos, sin imitar lo que hacía Israel. (2 Crónicas 17, 4)
En todo pleito que les llegue de parte de sus hermanos que habitan en sus ciudades, ya sean causas de sangre o cuestiones de la Ley, de los mandamientos, decretos y sentencias, tienen que instruirlos, a fin de que no pequen contra Yavé. De otro modo, Yavé se enojaría contra ustedes y contra sus hermanos. (2 Crónicas 19, 10)
Entonces el Espíritu de Dios revistió a Zacarías, hijo del sacerdote Joyadá, que, presentándose delante del pueblo, les dijo: «Así dice Dios: ¿Por qué traspasan los mandamientos de Yavé? No tendrán éxito; porque han abandonado a Yavé, él los abandonará a ustedes.» (2 Crónicas 24, 20)
Luego apostó en la Casa de Yavé a los levitas con címbalos, salterios y cítaras, según las disposiciones de David, de Gad, vidente del rey, y de Natán, profeta, pues Yavé da sus mandamientos por medio de sus profetas. (2 Crónicas 29, 25)
Así procedió Ezequías en todo Judá haciendo lo que era bueno y recto y verdadero, ante Yavé su Dios. Todas las obras que realizó en servicio de la Casa de Yavé, de la Ley y los mandamientos, las hizo buscando a su Dios con todo su corazón y tuvo éxito. (2 Crónicas 31, 20)
El rey se mantuvo de pie sobre su estrado y celebró la Alianza en presencia de Yavé, tomando el compromiso de caminar tras Yavé y guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus preceptos con todo su corazón y con toda su alma, cumpliendo las palabras de la Alianza escritas en aquel libro. (2 Crónicas 34, 31)
En efecto, Esdras se había dedicado con todo su corazón a poner por obra la Ley de Yavé y a enseñar a Israel sus mandamientos y preceptos. (Esdras 7, 10)
He aquí la copia de la carta entregada por el rey Artajerjes a Esdras, sacerdote y escriba instruido en los mandamientos y leyes que dio Yavé a Israel: (Esdras 7, 11)
Pero ahora, Dios nuestro, ¿qué vamos a decir cuando, a pesar de todo esto, hemos abandonado tus mandamientos? (Esdras 9, 10)