Löydetty 29 Tulokset: derrotados

  • Me volveré contra ustedes y serán derrotados ante el enemigo; ustedes no resistirán a sus adversarios y huirán sin que nadie los persiga. (Levítico 26, 17)

  • Pero Yavé me dijo: Adviérteles que no vayan a pelear, pues yo no estoy con ellos, no sea que sean derrotados por el enemigo . (Deuteronomio 1, 42)

  • Josué y los israelitas se hicieron los derrotados y huyeron por el camino del desierto. (Josué 8, 15)

  • Los benjaminitas se vieron derrotados, pero los hombres de Israel habían cedido terreno a Benjamín porque contaban con la emboscada que pusieron contra Guibea. (Jueces 20, 36)

  • A esta señal entrarían a pelear los israelitas. Así, pues, los que huían de Israel se dieron vuelta cuando los de Benjamín les habían matado como treinta hombres, y se decían: «Están ya derrotados como en la primera batalla.» (Jueces 20, 39)

  • Luego de un rudo combate, los israelitas fueron derrotados, dejando muertos en el campo de batalla alrededor de cuatro mil hombres. Volvió el ejército al campamento, y los jefes de Israel se preguntaban por qué Yavé había dejado que fueran derrotados por los filisteos. Y se dijeron: «Vamos a Silo a buscar el Arca de nuestro Dios. Así estará ella con nosotros y nos salvará de nuestros enemigos.» (1 Samuel 4, 3)

  • A la mañana siguiente Saúl dispuso a su gente en tres columnas, que penetraron en el campamento antes que amaneciera. Hubo lucha hasta el mediodía. Los amonitas fueron derrotados y los que pudieron escaparon cada uno por su cuenta. (1 Samuel 11, 11)

  • Aquel día hubo una batalla muy dura, donde Abner y los hombres de Israel fueron derrotados por los partidarios de David. (2 Samuel 2, 17)

  • Cuando lo avisaron a David, reunió todo Is rael, pasó el Jordán y llegó a Jelam. Los ara meos presentaron batalla a David y lucharon contra él, pero fueron derrotados por Israel. (2 Samuel 10, 17)

  • Los de Israel fueron derrotados por los seguidores de David; fue una gran derrota en que murieron veinte mil hombres. (2 Samuel 18, 7)

  • Si los israelitas son derrotados por sus enemigos por haber pecado contra ti, pero luego vuelven a ti y confiesan su pecado, rogando y suplicando en esta Casa, (1 Reyes 8, 33)

  • y Dios los ayudó contra ellos, de suerte que los agareos y todos los que con ellos estaban fueron derrotados, pues en la batalla clamaron a Dios y les fue propicio, por cuanto confiaban en él. (1 Crónicas 5, 20)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina