Löydetty 307 Tulokset: cual

  • Sea como sea, bueno o malo, seguiremos la voz de Yavé, nuestro Dios, con el cual te mandamos a conversar. Así seremos felices por haber obedecido lo que nos mandaba Yavé, nuestro Dios.» (Jeremías 42, 6)

  • Después dirás a esta gente: Esto es lo que afirma Yavé de los Ejércitos, el Dios de Israel: Miren, yo voy a mandar a buscar a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi servidor, el cual instalará su trono sobre estas piedras que he enterrado aquí, y detrás pondrá un adorno de colgaduras. (Jeremías 43, 10)

  • Porque así habla Yavé: miren cómo vuela cual un águila y extiende sus alas sobre Moab. (Jeremías 48, 40)

  • Salgan de en medio de Babilonia y que cada cual salve su vida; para que no perezca cuando llegue su castigo, pues éste es el momento de la venganza de Yavé en que él le dará su merecido. (Jeremías 51, 6)

  • Tomaron preso al rey y lo llevaron a la presencia del rey de Babilonia, que estaba en Ribla, en tierra de Jamat, el cual lo sometió a juicio. (Jeremías 52, 9)

  • Reviste cual un manto la justicia de Dios, ponte como corona la gloria del Eterno; (Baruc 5, 2)

  • Llegados, pues, a Babilonia, estarán allí muchísimos años y por muy largo tiempo, hasta siete generaciones, después cual los sacaré de allí en paz. (Baruc 6, 2)

  • Tiene igualmente en la mano la espada y el hacha; pero no se puede librar a sí mismo de la guerra ni de los ladrones; por todo lo cual pueden ver que no son dioses. (Baruc 6, 14)

  • De manera que vale más un rey que muestra su poder, o cualquier mueble útil en una casa, del cual se precia el dueño, o la puerta de la casa, que guarda lo que hay dentro de ella, que los falsos dioses. (Baruc 6, 58)

  • Son como la zarza de un huerto, sobre la cual vienen a posarse toda clase de pájaros. También estos dioses de madera, dorados y plateados, se asemejan a un cadáver que yace en la oscuridad. (Baruc 6, 70)

  • Si te enviara donde muchedumbres extranjeras, cuyo hablar es oscuro y cuya lengua es difícil, la cual no comprenderías, podrían tal vez escucharte. (Ezequiel 3, 6)

  • Después tomarás una sartén de fierro que pondrás cual muralla de fierro entre ti y la ciudad, y te quedarás vigilándolas; tu le pondrás sitio y quedará sitiada. Esta será una señal para la casa de Israel. (Ezequiel 4, 3)


“Quem te agita e te atormenta é o demônio.Quem te consola é Deus”! São Padre Pio de Pietrelcina