Löydetty 20 Tulokset: corte
El señor de Bezec declaró: «Setenta reyes a quienes corté los pulgares de pies y manos recogían las migajas debajo de mi mesa; Dios me devuelve lo que hice yo.» Lo llevaron a Jerusalén y allí murió. (Jueces 1, 7)
Los ancianos de su corte iban a rogarle que se levan tara de ahí, pero él no les hacía caso y se negaba a comer con ellos. (2 Samuel 12, 17)
todos los grandes de la corte han venido a saludar al rey David y a desearle que Dios haga a Salomón más famoso que él, y su trono más grande que el de su padre. Incluso el mismo rey se ha sentado en la cama y ha exclamado: (1 Reyes 1, 47)
A lo que Miqueas respondió: «Escucha, pues, lo que Yavé me dio a conocer. He visto a Yavé sentado en su trono, y a toda la corte celestial que estaba de pie a su lado, unos a su derecha y otros a su izquierda. (1 Reyes 22, 19)
Se ganaron con dinero a algunos consejeros de la corte, para hacer fracasar el proyecto, y lo detuvieron durante todo el tiempo de Ciro, rey de Persia, hasta el reinado de Darío, rey de Persia. (Esdras 4, 5)
Quería presentarles la riqueza de su corte real y el esplendor de su grandeza extraordinaria, y esto no por uno o dos días, sino durante ciento ochenta días. (Ester 1, 4)
Después de estos sucesos, el rey Asuero quiso honrar de un modo especial a Amán, hijo de Hamedata, el agagita. Lo subió de categoría y le dio el primer lugar entre todos los ministros de su corte, (Ester 3, 1)
Este, en efecto, era un personaje importante en la corte, pues su fama se había extendido por todo el imperio y su poder crecía día a día. (Ester 9, 4)
Este judío, que vivía en Susa, era un personaje muy importante, como que ocupaba un puesto en la corte. (Ester 11, 2)
Y mientras hablaba, volvió a desmayarse. El rey estaba muy preocupado y toda su corte trataba de hacerla volver en sí. (Ester 15, 16)
No encontraban sus hijos quién los ayudara o defendiera de los ataques en un corte. (Job 5, 4)
Cuando él los masacraba, lo buscaban, se volvían y le hacían la corte; (Salmos 78, 34)