Löydetty 24 Tulokset: clamaron

  • Al aproximarse Faraón, los israelitas pudieron ver que los egipios los estaban persiguiendo. Sintieron mucho miedo y clamaron a Yavé; (Exodo 14, 10)

  • Entonces clamaron a Yavé y él puso densas tinieblas entre ustedes y los egipcios; hizo retroceder el mar sobre ellos y los sumergió. Ustedes han presenciado todas estas cosas que hice en Egipto y, después, estuvieron mucho tiempo en el desierto. (Josué 24, 7)

  • Entonces los israelitas clamaron a Yavé, y él suscitó de entre ellos un libertador que los salvó, Otoniel, hijo de Quenaz y hermano menor de Caleb. (Jueces 3, 9)

  • Pero, como clamaron a Yavé, él les dio un libertador, Ehud, hijo de Guerá, de la tribu de Benjamín, que era zurdo.Los israelitas le encargaron llevar un regalo a Eglón, rey de Moab. (Jueces 3, 15)

  • Entonces los israelitas clamaron a Yavé, pues Yabín tenía novecientos carros de guerra y, desde hacía veinte años, mantenía oprimidos a los israelitas. (Jueces 4, 3)

  • De esta manera Madián redujo a Israel a una gran miseria y los israelitas clamaron a Yavé. (Jueces 6, 6)

  • Cuando los israelitas clamaron a Yavé por causa de Madián, (Jueces 6, 7)

  • En esos años los israelitas clamaron a Yavé, diciendo: «Hemos pecado contra ti porque hemos abandonado a Yavé, nuestro Dios, para servir a los Baales.» (Jueces 10, 10)

  • los sidonios, Amalec y Madián los oprimían y ustedes clamaron a mí, ¿no los salvé de sus manos? (Jueces 10, 12)

  • Acuérdense cómo Jacob entró en Egipto y cómo clamaron a Yavé los padres de ustedes cuando fueron oprimidos. Entonces envió a Moisés y a Aarón, que sacaron a sus padres de Egipto y lo pusieron en este lugar. (1 Samuel 12, 8)

  • Pero después clamaron a Yavé y reconocieron: Hemos pecado, porque te abandonamos a ti, Señor, y servimos a los baales y a las astartés. Pero ahora, líbranos de las manos de nuestros enemigos y te serviremos. (1 Samuel 12, 10)

  • y Dios los ayudó contra ellos, de suerte que los agareos y todos los que con ellos estaban fueron derrotados, pues en la batalla clamaron a Dios y les fue propicio, por cuanto confiaban en él. (1 Crónicas 5, 20)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina