Löydetty 271 Tulokset: amor divino

  • No tengan deuda alguna con nadie, fuera del amor mutuo que se deben, pues el que ama a su prójimo ya ha cumplido con la Ley. (Carta a los Romanos 13, 8)

  • El amor no hace nada malo al prójimo; el amor, pues, es la manera de cumplir la Ley. (Carta a los Romanos 13, 10)

  • Entonces, si tú ofendes a tu hermano con lo que comes, ya no vives según el amor. No vayas a destruir con tu dieta a aquel por quien murió Cristo. (Carta a los Romanos 14, 15)

  • Pero les ruego, hermanos, en nombre de Cristo Jesús nuestro Señor y del amor, fruto del Espíritu, que recen a Dios por mí. Luchen conmigo rogando por mí, (Carta a los Romanos 15, 30)

  • ¿Qué prefieren?, ¿que vaya con un palo o con amor y amabilidad? (1º Carta a los Corintios 4, 21)

  • Hablemos de la carne sacrificada a los ídolos. Todos, por supuesto, hemos alcanzado el saber; pero el saber infla al hombre, mientras que el amor edifica. (1º Carta a los Corintios 8, 1)

  • Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta el amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe. (1º Carta a los Corintios 13, 1)

  • Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios, -el saber más elevado-, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta el amor nada soy. (1º Carta a los Corintios 13, 2)

  • Aunque repartiera todo lo que poseo e incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el amor, de nada me sirve. (1º Carta a los Corintios 13, 3)

  • El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. (1º Carta a los Corintios 13, 4)

  • El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. (1º Carta a los Corintios 13, 8)

  • Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el amor. (1º Carta a los Corintios 13, 13)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina