Löydetty 27 Tulokset: alabar

  • Hijos de extranjeros me vienen a alabar, son todo oídos y me obedecen. (2 Samuel 22, 45)

  • David estableció delante del Arca de Yavé a los levitas, cuyo servicio sería celebrar, glorificar y alabar a Yavé, Dios de Israel. (1 Crónicas 16, 4)

  • Con ellos estaban Hemán y Jedutún, y el resto de los hombres escogidos y señalados cada cual por su nombre para alabar a Yavé, y cantar: «Porque es eterna su misericordia.» (1 Crónicas 16, 41)

  • Tenían que estar presentes todas las mañanas para celebrar y alabar a Yavé, y todas las tardes (1 Crónicas 23, 30)

  • De Jedutún: Los hijos de Jedutún: Guedalías, Serí, Semeí, Isaías, Jasabías y Matatías, seis, bajo la dirección de su padre Jedutún, que profetizaba al son de la cítara para celebrar y alabar a Yavé. (1 Crónicas 25, 3)

  • cuando, pues, se oyeron al mismo tiempo y al unísono los que tocaban las trompetas y los cantores, alabando y celebrando a Yavé; cuando alzaron la voz con las trompetas y con los címbalos y otros instrumentos de música para alabar a Yavé diciendo: «Porque es bueno, porque es eterno su amor», (2 Crónicas 5, 13)

  • Estableció también las secciones de los sacerdotes en su servicio conforme al reglamento de su padre David; estableció a los levitas en sus cargos de alabar y servir junto a los sacerdotes según el rito de cada día; y a los porteros con arreglo a sus secciones, en cada puerta, porque ésta era la orden de David, hombre de Dios. (2 Crónicas 8, 14)

  • ya que es bueno guardar el secreto del rey, pero conviene descubrir y alabar las obras de Dios. Practiquen el bien, porque así nunca los alcanzará el mal. (Tobías 12, 7)

  • Entonces te alegrarás por los hijos de los justos, pues todos volverán a reunirse, para alabar al Señor de los siglos. (Tobías 13, 15)

  • Ahora yo les recomiendo que sirvan a Dios y hagan lo que le agrada. Enseñen a sus hijos la justicia y la limosna. Enséñenles también a alabar a Dios y a bendecir su Nombre en todo tiempo y con todas sus fuerzas. (Tobías 14, 8)

  • Buenos, festejen al Señor, pues los justos le deben alabar. (Salmos 33, 1)

  • Que el oprimido no vuelva avergonzado, que el pobre y el pequeño puedan alabar tu nombre. (Salmos 74, 21)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina