Löydetty 461 Tulokset: agua de la roca
Entonces lavará su cuerpo con agua en un lugar sagrado y se pondrá sus vestiduras. Y saldrá para ofrecer su holocausto y el holocausto del pueblo; luego hará la expiación por sí mismo y por el pueblo (Levítico 16, 24)
El hombre encargado de soltar el macho cabrío para Azazel se bañará y lavará sus vestidos en agua; después volverá al campamento. (Levítico 16, 26)
Toda persona nacida en el país, o todo forastero que haya comido carne de animal muerto o destrozado deberá lavar sus vestidos y bañarse en agua, y quedará impuro hasta la tarde; después será puro. (Levítico 17, 15)
en ese caso será impuro hasta la tarde y no comerá de las cosas santas hasta después de haber bañado su cuerpo en agua. (Levítico 22, 6)
tomará luego agua santa en un vaso de barro y, recogiendo polvo del suelo de la Morada, lo esparcirá en el agua. (Números 5, 17)
Así, puesta la mujer delante de Yavé, el sacerdote le descubrirá la cabeza y pondrá en sus manos la ofrenda para recordar la culpa, mientras que él mismo tendrá en sus manos el agua de amargura que trae la maldición. (Números 5, 18)
Entonces el sacerdote pedirá a la mujer que repita esta maldición: «Si nadie más que tu marido se ha acostado contigo y no te has descarriado con otro hombre, esta agua amarga que trae la maldición manifestará tu inocencia. (Números 5, 19)
Después, el sacerdote escribirá en una hoja estas imprecaciones y las lavará en el agua amarga. (Números 5, 23)
Luego tomará un puñado de la harina ofrecida en sacrificio y la quemará sobre el altar; finalmente, dará a beber el agua amarga a la mujer. (Números 5, 26)
Si la mujer fue infiel a su marido y se hizo impura, el agua que bebió se volverá amarga en ella, se le hinchará el vientre y se le marchitarán los senos y será mujer maldita en medio de su pueblo. (Números 5, 27)
Lo harás de la siguiente manera: los rociarás con agua bendita; se rasurarán todo el cuerpo, se pondrán ropa limpia y así quedarán purificados. (Números 8, 7)
En seguida el sacerdote lavará sus ropas, se bañará en agua, y regresará al campamento; el sacerdote quedará impuro hasta la tarde. (Números 19, 7)