Löydetty 24 Tulokset: Sirvientes

  • Y cuando los ancianos contaron su historia, los sirvientes se sintieron muy avergonzados, porque jamás se había dicho de Susana cosa semejante (Daniel 13, 27)

  • Cuando llegó el tiempo de la vendimia, el dueño mandó a sus sirvientes que fueran donde aquellos labradores y cobraran su parte de la cosecha. (Evangelio según San Mateo 21, 34)

  • Cuando un hombre va al extranjero y deja su casa, entrega responsabilidades a sus sirvientes, cada cual recibe su tarea, y al portero le exige que esté vigilante. (Evangelio según San Marcos 13, 34)

  • Felices los sirvientes a los que el patrón encuentre velando a su llegada. Yo les aseguro que él mismo se pondrá el delantal, los hará sentar a la mesa y los servirá uno por uno. (Evangelio según San Lucas 12, 37)

  • Y si es la medianoche, o la madrugada cuando llega y los encuentra así, ¡felices esos sirvientes! (Evangelio según San Lucas 12, 38)

  • El Señor contestó: «Imagínense a un administrador digno de confianza y capaz. Su señor lo ha puesto al frente de sus sirvientes y es él quien les repartirá a su debido tiempo la ración de trigo. (Evangelio según San Lucas 12, 42)

  • Pero puede ser que el administrador piense: «Mi patrón llegará tarde». Si entonces empieza a maltratar a los sirvientes y sirvientas, a comer, a beber y a emborracharse, (Evangelio según San Lucas 12, 45)

  • Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan lo que él les diga.» (Evangelio según San Juan 2, 5)

  • Después de probar el agua convertida en vino, el mayordomo llamó al novio, pues no sabía de dónde provenía, a pesar de que lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua. (Evangelio según San Juan 2, 9)

  • Al llegar a la bajada de los cerros, se topó con sus sirvientes que venían a decirle que su hijo estaba sano. (Evangelio según San Juan 4, 51)

  • Los sirvientes y los guardias tenían unas brasas encendidas y se calentaban, pues hacía frío. También Pedro estaba con ellos y se calentaba. (Evangelio según San Juan 18, 18)

  • Que los sirvientes obedezcan a sus patrones con todo respeto, no sólo a los que son buenos y comprensivos, sino también a los que son duros. (1º Carta de Pedro 2, 18)


A humildade e a caridade são as “cordas mestras”. Todas as outras virtudes dependem delas. Uma é a mais baixa; a outra é a mais alta. ( P.e Pio ) São Padre Pio de Pietrelcina