Löydetty 154 Tulokset: Set

  • y él los dejó en poder de Yabín, rey de Canaán. Yabín reinaba en Jasor, y el jefe de su ejército era Sísara, quien vivía en Haroset. (Jueces 4, 2)

  • Reunió todos sus carros, novecientos carros de guerra, y a toda su gente y, saliendo de Haroset, se dirigió al río Cisón. (Jueces 4, 13)

  • Sísara tuvo que bajarse de su carro y huir, mientras Barac persiguió los carros y las tropas hasta Haroset. Todos fueron muertos, sin que nadie se salvara. (Jueces 4, 16)

  • Habiendo detenido a un joven de la gente de Sucot, lo interrogó. El le dio por escrito los nombres de los jefes y ancianos de Sucot: setenta y siete hombres. (Jueces 8, 14)

  • El peso de los anillos alcanzó a mil setecientas monedas de oro; sin contar los prendedores, los aros y los lujosos vestidos que usaban los reyes de Madián. Además, los collares de los camellos. (Jueces 8, 26)

  • Tuvo setenta hijos, pues tenía muchas esposas. (Jueces 8, 30)

  • «Digan esto, por favor, a todos los señores de Siquem: ¿Qué es mejor para ustedes, que los gobiernen setenta hombres, todos los hijos de Jerubaal, o que los mande un solo hombre? Recuerden, además, que yo soy de la misma sangre que ustedes.» (Jueces 9, 2)

  • «Es nuestro hermano.» Le dieron, pues, setenta monedas de plata del templo de Baal-Berit, con las que Abimelec contrató a hombres malvados y aventureros que marcharon con él. (Jueces 9, 4)

  • Fue con ellos a casa de su padre, en Ofrá, y mató de una vez a todos sus hermanos, hijos de Jerubaal, que eran setenta hombres. Sólo escapó Jotam, el hijo menor de Jerubaal, que pudo esconderse. (Jueces 9, 5)

  • y ustedes se han lanzado hoy contra la familia de mi padre. Ustedes han matado de una vez a todos sus hijos, setenta hombres, y han puesto por rey sobre los señores de Siquem a Abimelec, el hijo de su esclava, por ser el hermano de ustedes. (Jueces 9, 18)

  • Así debía ser castigado el crimen cometido contra los setenta hijos de Jerubaal, para que su sangre cayera sobre su hermano Abimelec, que los había asesinado, y también sobre los señores de Siquem, que lo habían ayudado a asesinar a sus hermanos. (Jueces 9, 24)

  • Así, devolvió Dios a Abimelec el mal que había hecho a su padre, matando a sus setenta hermanos. (Jueces 9, 56)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina