Löydetty 80 Tulokset: Respuesta

  • Ahora, si ustedes tienen una respuesta buena y sincera para mi patrón, háganmelo saber; y si no, díganmelo también para que pueda tomar una decisión.» (Génesis 24, 49)

  • José respondió: «No soy yo, sino Dios quien te dará una respuesta favorable.» (Génesis 41, 16)

  • Todo el pueblo a una voz contestó: «Haremos todo lo que Yavé ha mandado.» Luego Moisés llevó a Yavé la respuesta del pueblo. (Exodo 19, 8)

  • En adelante se presentará ante el sacerdote Eleazar y éste consultará a Yavé por medio del Urim para darle una respuesta. A sus órdenes saldrán y a sus órdenes entrarán todos los hijos de Israel, toda la comunidad.» (Números 27, 21)

  • Esta es la respuesta de Yavé referente a las hijas de Selofjad: Tomarán por esposos a los que bien les parezcan, con tal de que éstos pertenezcan a un clan de la tribu de su padre. (Números 36, 6)

  • Josué hizo alianza con ellos sin esperar una respuesta, y tanto él como los jefes de la comunidad prometieron respetarles la vida. (Josué 9, 15)

  • El sacerdote Finjas y los jefes de las tribus se quedaron conformes con la respuesta de la gente de Rubén y de Gad y de la media tribu de Manasés. (Josué 22, 30)

  • La más despierta de sus mujeres le contesta y le da esta respuesta: (Jueces 5, 29)

  • y le dijo: «Levántate y vámonos.» Pero no hubo respuesta. El hombre, pues, la cargó sobre su burro y siguió su camino para volver a su pueblo. (Jueces 19, 28)

  • Luego de saludar a los segadores con un: «El Señor esté con ustedes», y de recibir por respuesta: «¡El Señor te bendiga!», (Rut 2, 4)

  • Entonces despidieron a los mensajeros con esta respuesta para los de Jabés: «Mañana, cuando salga el sol, iremos a liberarlos.» (1 Samuel 11, 9)

  • Y Saúl consultó a Dios: «¿Bajo para perseguir a los filisteos? ¿Los entregarás en las manos de Israel?» Pero Yavé no le dio respuesta en aquel día. (1 Samuel 14, 37)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina