Löydetty 100 Tulokset: Oro Puro

  • Sepan distinguir entre lo impuro y lo puro, entre el animal que puede comerse y el que no. (Levítico 11, 47)

  • Pasados estos días lo volverá a examinar; si ve que la llaga ha perdido su color y no se ha extendido en la piel, el sacerdote lo declarará puro; no se trata más que de una erupción. El afectado lavará sus vestidos y será puro. (Levítico 13, 6)

  • Este lo examinará y, si la llaga se ha vuelto blanca, lo declarará puro: porque es puro. (Levítico 13, 17)

  • Si a alguno se le cae el pelo de la cabeza y queda calvo, es puro. (Levítico 13, 40)

  • Si se le cae el pelo por la parte delantera de la cabeza, es un calvo por delante; queda puro. (Levítico 13, 41)

  • Rociará siete veces al que ha de ser purificado de la lepra, y tras declararlo puro, soltará en el campo el pájaro vivo. (Levítico 14, 7)

  • El que ha sido purificado lavará sus vestidos, se afeitará todo su pelo, se bañará en agua y quedará puro, y luego volverá al campamento. Pero tiene que quedarse primero siete días fuera de su tienda, (Levítico 14, 8)

  • Luego sacrificará el cordero en el lugar donde se sacrifica el sacrificio por el pecado y el holocausto, en lugar puro; porque la víctima por el pecado, tanto como la víctima por el delito, pertenece al sacerdote: es una cosa muy santa. (Levítico 14, 13)

  • Con esto se sabrá cuándo uno es puro o impuro. Esta es la ley de la lepra.» (Levítico 14, 57)

  • Si el que tiene derrame escupe sobre un hombre puro, éste deberá lavar sus vestidos y luego bañarse, y quedará impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 8)

  • Toda persona nacida en el país, o todo forastero que haya comido carne de animal muerto o destrozado deberá lavar sus vestidos y bañarse en agua, y quedará impuro hasta la tarde; después será puro. (Levítico 17, 15)

  • Distingan bien, pues, entre el animal puro y el impuro y entre ave pura e impura, y no se contaminen comiendo algún animal, o ave, o cualquier ser que se mueva en la tierra, que yo haya separado como impuro. (Levítico 20, 25)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina