Löydetty 102 Tulokset: Misericordia

  • Tus hijos, en cambio, resistían aun a las dentelladas de las serpientes venenosas, y esto porque dabas una muestra de misericordia y los salvabas. (Sabiduría 16, 10)

  • Ustedes que temen al Señor, esperen su misericordia, no se aparten de él, pues podrían caer. (Sirácides (Eclesiástico) 2, 7)

  • Ustedes que temen al Señor, esperen recibir todo lo que vale la pena: esperen misericordia y alegría eterna. (Sirácides (Eclesiástico) 2, 9)

  • Pues el Señor es ternura y misericordia; perdona nuestros pecados y nos salva en los momentos de angustia. (Sirácides (Eclesiástico) 2, 11)

  • Los que temen al Señor tienen su corazón preparado; se humillan ante él y dicen: "¡Pongámonos en las manos del Señor más bien que en las de los hombres, pues su misericordia no es menos que su poder!" (Sirácides (Eclesiástico) 2, 17)

  • No digas: "¡La misericordia del Señor es grande, perdonará mis pecados por numerosos que sean!". Porque en él se encuentran misericordia y reprobación; su cólera se deja caer sobre los pecadores. (Sirácides (Eclesiástico) 5, 6)

  • Aunque hubiera habido un solo obstinado, habría sido sorprendente que quedara sin castigo. Porque en la mano del Señor están la misericordia y la cólera: él es poderoso tanto para perdonar como para castigar. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 11)

  • Su justicia es tan grande como su misericordia, y juzga a los hombres según sus actos. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 12)

  • ¡Qué grande es la misericordia del Señor, y su perdón para los que se convierten a él! (Sirácides (Eclesiástico) 17, 29)

  • ¿Quién medirá su poder esplendoroso, quién podrá contar todos sus gestos de misericordia? (Sirácides (Eclesiástico) 18, 5)

  • Por eso el Señor tiene paciencia con los hombres y los cubre con su misericordia. (Sirácides (Eclesiástico) 18, 11)

  • A cada uno le corresponde la misericordia con su prójimo, y al Señor, la misericordia del para todo ser viviente; reprende, corrige, enseña, y como un pastor reúne a su rebaño. (Sirácides (Eclesiástico) 18, 13)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina