Löydetty 473 Tulokset: Mesa de los Panes de la Presencia

  • Al oír esto, José se retiró y lloró. Después volvió, habló a sus hermanos, tomó a Simeón, lo hizo amarrar en su presencia. (Génesis 42, 24)

  • Judá le contestó: «Aquel hombre nos dijo bien claro que no nos admitiría en su presencia si no iba con nosotros nuestro hermano. (Génesis 43, 3)

  • José tuvo que salir rápidamente, porque se sintió muy conmovido por la presencia de su hermano y le vinieron ganas de llorar. Apenas entró en su habitación se puso a llorar. (Génesis 43, 30)

  • Después separó para ellos partes de lo que se le ponía en su mesa, y la porción de Benjamín era cinco veces más grande que la de los demás. Bebieron con él y se sintieron muy alegres. (Génesis 43, 34)

  • Y tú nos dijiste: «Si su hermano menor no baja con ustedes, no los admitiré en mi presencia.» (Génesis 44, 23)

  • Después Jacob volvió a bendecir a Faraón y se retiró de su presencia. (Génesis 47, 10)

  • De hecho, le llegó la noticia a Faraón y buscó a Moisés para matarlo, pero Moisés huyó de la presencia de Faraón y se fue a vivir al país de Madián. Allí se sentó junto a un pozo. (Exodo 2, 15)

  • Moisés y Aarón hicieron lo que Yavé les había mandado. Aarón levantó su bastón y golpeó las aguas en presencia de Faraón y de su gente, y todas las aguas del Nilo se convirtieron en sangre. (Exodo 7, 20)

  • «Tomen unos puñados de cenizas, que Moisés tirará hacia el cielo en presencia de Faraón. El polvo se esparcirá por todo el territorio de Egipto, provocando úlceras y tumores en hombres y animales por todo el país de Egipto.» (Exodo 9, 9)

  • Moisés le respondió: «En cuanto salga de tu presencia extenderé mis manos hacia Yavé, y cesarán los truenos y no caerá más granizo; con eso comprenderás que Yavé es dueño de la tierra. (Exodo 9, 29)

  • De ninguna manera. Son los hombres los que irán para rendir culto a Yavé, si eso es lo que buscan.» En seguida fueron echados de la presencia de Faraón. (Exodo 10, 11)

  • En vista de esto, apenas salió Moisés de la presencia de Faraón, rogó a Yavé, (Exodo 10, 18)


“Mesmo quando perdemos a consciência deste mundo, quando parecemos já mortos, Deus nos dá ainda uma chance de entender o que é realmente o pecado, antes de nos julgar. E se entendemos corretamente, como podemos não nos arrepender?” São Padre Pio de Pietrelcina