Löydetty 746 Tulokset: Espíritu Santo

  • El que tenga oídos, oiga este mensaje del Espíritu a las Iglesias. (Apocalipsis 3, 22)

  • En ese mismo momento me tomó el Espíritu: vi un trono colocado en el cielo, y uno sentado en el trono. (Apocalipsis 4, 2)

  • Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tiene seis alas llenas de ojos alrededor y por dentro, y no cesan de repetir día y noche: Santo, santo, santo, es el Señor Dios, el Todopoderoso, Aquel que era, que es y que viene. (Apocalipsis 4, 8)

  • Se pusieron a gritar con voz muy fuerte: «Santo y justo Señor, ¿hasta cuándo vas a esperar a hacer justicia y tomar venganza por nuestra sangre a los habitantes de la tierra?» (Apocalipsis 6, 10)

  • Pero pasados los tres días y medio, un espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos; se pusieron de pie, lo que provocó gran espanto entre los mirones. (Apocalipsis 11, 11)

  • Entonces oí una voz que decía desde el cielo: «Escribe esto: Felices desde ahora los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, que descansen de sus fatigas, pues sus obras los acompañan.» (Apocalipsis 14, 13)

  • ¿Quién no dará honor y gloria a tu Nombre, oh Señor? Tú solo eres santo, y todas las naciones vendrán y se postrarán ante ti, porque tus fallos se han dado a conocer. (Apocalipsis 15, 4)

  • Y oí al ángel de las aguas que decía: «Tú, el que eras y eres, el Santo, eres justo al castigarlos de este modo, (Apocalipsis 16, 5)

  • El ángel me llevó en espíritu al desierto: era una nueva visión. Había allí una mujer sentada sobre una bestia de color rojo, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Esta bestia estaba cubierta de títulos y frases que ofendían a Dios. (Apocalipsis 17, 3)

  • Caí a sus pies para adorarlo, pero él me dijo: «No lo hagas, yo no soy más que un servidor como tú y como tus hermanos que transmiten las declaraciones de Jesús (son declaraciones de Jesús las que vienen del espíritu de los profetas). Sólo debes adorar a Dios.» (Apocalipsis 19, 10)

  • ¡Feliz y santo es el que participa en la primera resurrección! La segunda muerte ya no tiene poder sobre ellos: serán sacerdotes de Dios y de su Mesías y reinarán con él mil años. (Apocalipsis 20, 6)

  • Me trasladó en espíritu a un cerro muy grande y elevado y me mostró la Ciudad Santa de Jerusalén, que bajaba del cielo de junto a Dios, (Apocalipsis 21, 10)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina