Löydetty 98 Tulokset: Escritura

  • La Escritura dice: Alégrate, mujer estéril y sin hijos; estalla en gritos de alegría, tú que no has conocido los dolores de parto; pues muchos serán los hijos de la madre abandonada, más que los de la que tenía marido. (Carta a los Gálatas 4, 27)

  • Y ¿qué dice la Escritura? Echa a la esclava y a su hijo, porque el hijo de la esclava no puede compartir la herencia junto al hijo de la mujer libre. (Carta a los Gálatas 4, 30)

  • La Escritura dice: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre para unirse con su esposa, y los dos no formarán sino un solo ser. (Carta a los Efesios 5, 31)

  • Lo dijo la Escritura: No pongas bozal al buey que trilla, y también: El trabajador tiene derecho a su salario. (1º Carta a Timoteo 5, 18)

  • Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, rebatir, corregir y guiar en el bien. (2º Carta a Timoteo 3, 16)

  • Fíjense en lo que dice la Escritura: Ojalá escuchen hoy la voz del Señor; no endurezcan su corazón, como ocurrió en el día amargo. (Carta a los Hebreos 3, 15)

  • Pues la Escritura dice: Tú eres sacerdote para siempre a semejanza de Melquisedec. (Carta a los Hebreos 7, 17)

  • Obran bien cuando cumplen la Ley del Reino, tal como está en la Escritura: Ama a tu prójimo como a ti mismo. (Carta de Santiago 2, 8)

  • Esto es lo que recuerda la Escritura: Abrahán creyó en Dios, y por eso fue reconocido justo, y fue llamado amigo de Dios. (Carta de Santiago 2, 23)

  • No sin razón dice la Escritura que el espíritu que habita en nosotros quiere tener cada vez más; (Carta de Santiago 4, 5)

  • pero Dios tiene mejores cosas que dar. Y la Escritura añade: Dios resiste a los orgullosos, pero hace favores a los humildes. (Carta de Santiago 4, 6)

  • según dice la Escritura: Serán santos, porque yo soy santo. (1º Carta de Pedro 1, 16)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina