Löydetty 1697 Tulokset: Entonces

  • Entonces Abrahán, agachándose hasta tocar la tierra con su cara, se puso a reír, pues pensaba: «¿Acaso le va a nacer un hijo a un hombre de cien años? ¿Y puede Sara, a sus noventa años, dar a luz?» (Génesis 17, 17)

  • Tomó entonces Abrahán a su hijo Ismael, a todos los nacidos en su casa y a todos los que había comprado, en una palabra, a todos los varones que había en la familia y los circuncidó ese mismo día, tal como Dios le había mandado. (Génesis 17, 23)

  • Entonces le preguntaron: «¿Dónde está Sara, tu esposa?» El les respondió: «Está dentro, en la tienda.» (Génesis 18, 9)

  • El otro le dijo: «Dentro de un año volveré por aquí, y para entonces Sara, tu mujer, tendrá un hijo.» Sara estaba escuchando a la entrada de la tienda, a la espalda del que hablaba. (Génesis 18, 10)

  • ¿Hay acaso algo imposible para Yavé? Pues bien, volveré a visitarte dentro de un año, y para entonces Sara tendrá un hijo.» (Génesis 18, 14)

  • Dijo entonces Yavé: «Las quejas contra Sodoma y Gomorra son enormes, y su pecado es en verdad muy grande. (Génesis 18, 20)

  • Se acercó entonces Abrahán y le dijo: «¿Es cierto que vas a exterminar al justo junto con el malvado? (Génesis 18, 23)

  • Salió entonces Lot y dijo a sus yernos, a los que iban a casarse con sus hijas: «Levántense y salgan de aquí, pues Yavé va a destruir la ciudad.» Pero ellos creían que Lot estaba bromeando. (Génesis 19, 14)

  • Entonces Yavé hizo llover del cielo sobre Sodoma y Gomorra azufre ardiendo que venía de Yavé, (Génesis 19, 24)

  • Entonces dijo la hija mayor a la menor: «Nuestro padre está viejo y no ha quedado ni un hombre siquiera en esta región que pueda unirse a nosotras como se hace en todo el mundo. (Génesis 19, 31)

  • Llamó entonces Abimelec a Abrahán y le dijo: «¡En qué lío nos metiste! ¿En qué te he ofendido, para que traigas sobre mí y mi país un pecado tan grande? Te has portado como no debe hacerse.» (Génesis 20, 9)

  • Entonces Abrahán oró por Abimelec, y Dios curó a Abimelec, a su esposa y a sus esclavos, a fin de que pudieran tener hijos. (Génesis 20, 17)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina