Löydetty 1852 Tulokset: Dor
Al vencedor lo sentaré junto a mí en mi trono, del mismo modo que yo, después de vencer, me senté junto a mi Padre en su trono. (Apocalipsis 3, 21)
Una pileta transparente como cristal se extiende delante del trono. Cuatro Seres Vivientes, llenos de ojos por delante y por detrás, ocupan el espacio entre el trono y lo que hay a su alrededor. (Apocalipsis 4, 6)
Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tiene seis alas llenas de ojos alrededor y por dentro, y no cesan de repetir día y noche: Santo, santo, santo, es el Señor Dios, el Todopoderoso, Aquel que era, que es y que viene. (Apocalipsis 4, 8)
los veinticuatro ancianos se arrodillan ante el que está sentado en el trono, adoran al que vive por los siglos de los siglos y arrojan sus coronas delante del trono diciendo: (Apocalipsis 4, 10)
Yo seguía mirando, y oí el clamor de una multitud de ángeles que estaban alrededor del trono, de los Seres Vivientes y de los Ancianos. Eran millones, centenares de millones (Apocalipsis 5, 11)
Y los cuatro Seres Vivientes decían el Amén, mientras los Ancianos se postraban y adoraban. (Apocalipsis 5, 14)
Apareció un caballo blanco, el que lo montaba tenía un arco. Le dieron una corona, y partió como vencedor y para vencer. (Apocalipsis 6, 2)
«No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que marquemos con el sello la frente de los servidores de nuestro Dios.» (Apocalipsis 7, 3)
Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono, de los Ancianos y de los cuatro Seres Vivientes; se postraron ante el trono rostro en tierra y adoraron a Dios, (Apocalipsis 7, 11)
ya no sufrirán más hambre ni sed ni se verán agobiados por el sol ni por viento abrasador alguno, (Apocalipsis 7, 16)
Pero los sobrevivientes, los que no fueron exterminados por estas plagas, no renunciaron a sus prácticas; continuaron adorando a los demonios, con esos ídolos de oro, plata, bronce, piedra y madera, que no pueden ver, oír ni caminar. (Apocalipsis 9, 20)
Después me entregaron una vara de medir, diciéndome: «Vete, mide el Templo de Dios y el altar, y haz el censo de los que vienen a adorar. (Apocalipsis 11, 1)