Löydetty 240 Tulokset: Cubierta del Arca

  • A su cargo estaban el Arca, la mesa, el candelabro, los altares, los objetos sagrados que se usan en el culto, el velo y todo su servicio. (Números 3, 31)

  • Cuando se levante el campamento, Aarón y sus hijos descolgarán la cortina y cubrirán con ella el Arca del Testimonio. (Números 4, 5)

  • Pondrán sobre ella una cubierta de cuero fino y extenderán encima un paño todo de púrpura; luego le pondrán las varas. (Números 4, 6)

  • Extenderán sobre ella un paño carmesí, que cubrirán con una cubierta de cuero fino, y después le pondrán las varas. (Números 4, 8)

  • Lo pondrán con todos sus utensilios en una cubierta de cuero fino y lo colocarán sobre las angarillas. (Números 4, 10)

  • Sobre el altar de oro extenderán un paño de púrpura. Lo cubrirán con una cubierta de cuero fino, y le pondrán las varas. (Números 4, 11)

  • Tomarán luego todos los vasos que se empleen en el servicio del santuario, los pondrán en un paño de púrpura, los cubrirán con una cubierta de cuero fino y los colocarán sobre las angarillas. (Números 4, 12)

  • Pondrán encima todos los utensilios para su servicio: los braseros, tenedores, palas y platos; extenderán sobre él una cubierta de cuero fino y le pondrán las varas. (Números 4, 14)

  • Cuando Moisés entraba en la Tienda de las Citas para hablar con El, oía la voz que le hablaba de lo alto del Lugar del Perdón que está sobre el Arca del Testimonio, de entre los dos querubines. Entonces Moisés hablaba con El. (Números 7, 89)

  • Saliendo de la montaña de Yavé, caminaron tres días, y durante esos tres días de marcha, el Arca de la Alianza iba delante de ellos para ubicarles un lugar donde descansar. (Números 10, 33)

  • Cuando el Arca partía, Moisés decía: "¡Levántate, Yavé! ¡Que se dispersen tus enemigos, que huyan ante ti los que te odian!" (Números 10, 35)

  • Pero ellos insistieron en subir a la cumbre de la montaña, si bien el Arca de la Alianza y Moisés permanecieron en el campamento. (Números 14, 44)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina