Löydetty 193 Tulokset: »Abrahán
No te llamarás más Abram, sino Abrahán, pues te tengo destinado a ser padre de una multitud de naciones. (Génesis 17, 5)
Dijo Dios a Abrahán: «Guarda mi alianza, tú y tus descendientes después de ti, de generación en generación. (Génesis 17, 9)
Dijo Dios a Abrahán: «A Saray, tu esposa, ya no la llamarás Saray, sino Sara. Yo la bendeciré y te daré de ella un hijo. (Génesis 17, 15)
Entonces Abrahán, agachándose hasta tocar la tierra con su cara, se puso a reír, pues pensaba: «¿Acaso le va a nacer un hijo a un hombre de cien años? ¿Y puede Sara, a sus noventa años, dar a luz?» (Génesis 17, 17)
Así terminó Dios de hablar con Abrahán y se alejó. (Génesis 17, 22)
Tomó entonces Abrahán a su hijo Ismael, a todos los nacidos en su casa y a todos los que había comprado, en una palabra, a todos los varones que había en la familia y los circuncidó ese mismo día, tal como Dios le había mandado. (Génesis 17, 23)
Abrahán tenía noventa y nueve años cuando se circuncidó, (Génesis 17, 24)
En aquel mismo día fueron circuncidados Abrahán y su hijo Ismael. (Génesis 17, 26)
Yavé se presentó a Abrahán junto a los árboles de Mambré mientras estaba sentado a la entrada de su tienda, a la hora más calurosa del día. (Génesis 18, 1)
Al levantar sus ojos, Abrahán vio a tres hombres que estaban parados a poca distancia. En cuanto los vio, corrió hacia ellos y se postró en tierra, (Génesis 18, 2)
Abrahán fue rápidamente a la tienda, donde estaba Sara, y le dijo: «¡De prisa, tres medidas de harina! amásala y haz unas tortas.» (Génesis 18, 6)
Abrahán y Sara eran ancianos, bien entrados en años, y ella no tenía ya lo que le pasa ordinariamente a las mujeres. (Génesis 18, 11)