Löydetty 123 Tulokset: �Vive

  • Todo eso vive y dura para siempre, todo obedece en todo momento. (Sirácides (Eclesiástico) 42, 23)

  • Son los que moran en la montaña de Seir, los Filisteos, y también ese estúpido pueblo que vive en Siquem! (Sirácides (Eclesiástico) 50, 26)

  • y no hubo aquel día quien dijera: «Estoy enfermo».) Al pueblo que allí vive, se le ha perdonado su deuda. (Isaías 33, 24)

  • El vive más allá del techo de la tierra, desde allí sus habitantes parecen hormigas. Ha estirado los cielos como una tela, los ha extendido como una carpa para vivir. (Isaías 40, 22)

  • ¡Que levanten la voz el desierto y sus ciudades, los campos donde vive Cedar! ¡Que los habitantes de Petra lancen gritos y sus aclamaciones resuenen hasta las cumbres! (Isaías 42, 11)

  • Pues así habla el Altísimo, que vive en su morada eterna, y cuyo Nombre es santo: «Yo vivo en lo alto y me quedo en mi santidad, pero también estoy con el hombre arrepentido y humillado, para reanimar el espíritu de los humildes y a los de corazón quebrantado. (Isaías 57, 15)

  • «De pie, ataquemos a la nación tranquila, que vive confiada, que no tiene puertas ni candados y que habita en despoblado. (Jeremías 49, 31)

  • Sus ciudades se han convertido en un desierto seco y triste, donde nadie vive y por donde nadie pasa más. (Jeremías 51, 43)

  • El pueblo de Judá ha sido desterrado; sufre atropellos y dura servidumbre. Vive en medio de pueblos extranjeros y no encuentra descanso; sus enemigos lo persiguieron y le dieron alcance. (Lamentaciones 1, 3)

  • Pues, ¿de qué se queja el hombre, el hombre que vive a pesar de sus pecados? (Lamentaciones 3, 39)

  • porque el vendedor, aunque quede con vida, no recuperará su mercadería. Cada uno vive en su injusticia, ¿dónde, pues, hallarán fuerzas? (Ezequiel 7, 13)

  • Yo, Yavé, responderé personalmente a cualquier israelita y a cualquier extranjero que vive en Israel, que vive alejado de mí, que sólo piensa en sus ídolos que lo inducen a pecar, y que después vaya al profeta para que me consulte. (Ezequiel 14, 7)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina