10. Así podrían acordarse de lo que habían visto en el país de su destierro, de como el suelo estaba cubierto no por animales sino por mosquitos, y de como el río había botado no peces sino incontables ranas.





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina