6. Ven pues, por favor, y maldice a ese pueblo porque es más poderoso que yo. A lo mejor así puedo vencerlo y expulsarlo del país, porque sé que lo que tú bendices queda bendito y lo que maldices, maldito está."





“Diante de Deus ajoelhe-se sempre.” São Padre Pio de Pietrelcina