1. Cuando se calmó el tumulto, Pablo mandó llamar a sus discípulos para animarlos. Se despidió de ellos y se fue a Macedonia.





“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina