1. A este punto José no pudo ya contenerse más delante de toda aquella gente que estaba con él, y gritó: «¡Salgan todos de aquí!» No quedaba ninguno cuando José se dio a conocer a sus hermanos,





“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina