Ezequiel, 27
5. De los cipreses de Senir sacaron las planchas de tu casco, de un cedro del Líbano, tu mástil, y de las encinas de Basán, tus remos; tu puente era de cedro de las islas de Quitim, con incrustaciones de marfil.
5. De los cipreses de Senir sacaron las planchas de tu casco, de un cedro del Líbano, tu mástil, y de las encinas de Basán, tus remos; tu puente era de cedro de las islas de Quitim, con incrustaciones de marfil.
“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina