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Evangelio según San Mateo, 18

1. En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: «¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?»

Aiheeseen liittyvät säkeet Evangelio según San Mateo, 18:

El Capítulo 18 del Evangelio de Mateo aborda temas relacionados con la vida en la comunidad y el perdón. Jesús enseña sobre la importancia de la humildad, la corrección fraterna y el perdón mutuo. También habla sobre la importancia de tratar con amor y misericordia a quienes cometen errores.

Colosenses 3:13: "Sopuran unos a otros, perdonan a los demás, si alguien tiene una queja contra los demás. Así como el Señor te ha perdonado, así que perdones" este verso destaca la importancia del perdón mutuo y sigue el ejemplo de Cristo para perdonar.

Efesios 4:32: "Antes, los amados asientos el uno hacia el otro, compasivos, perdonándoles el uno al otro, como Dios, en Cristo, te han perdonado" Este versículo también enfatiza la importancia del perdón mutuo y sigue el ejemplo de Dios para perdonar.

Proverbios 17:9: "Cualquiera que cubra una ofensiva busca el amor, pero que lo arroja a la cara separa a los buenos amigos". Este versículo destaca la importancia de abordar las ofensas con amor y misericordia, en lugar de aferrarse a ellos y destruir las relaciones.

Romanos 12:10: "se aman cordialmente con amor fraternal, prefiriendo estar en honor el uno del otro". Este versículo destaca la importancia de amarse y respetarse en la comunidad cristiana.

Gálatas 6:1: "Hermanos, si alguien está sorprendido en algún pecado, ustedes que son espirituales, lo corrigieron con un espíritu de suavidad; y un portero para que tampoco se sienta tentado". Este versículo destaca la importancia de la corrección fraterna con amor y amabilidad en lugar de juicio y condena.





“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina