12. Luego Mardoqueo volvió a la puerta del palacio, mientras que Amán regresaba rápidamente a su casa, deprimido y tapándose la cara de vergüenza.





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina