Deuteronomio, 22
20. Pero si es verdad lo que el hombre dice, y no aparecen las pruebas de su virginidad,
20. Pero si es verdad lo que el hombre dice, y no aparecen las pruebas de su virginidad,
Deuteronomio 22 presenta varias leyes que se ocupan de cuestiones de justicia social y moral, incluidas las leyes que rigen el matrimonio, el divorcio, la fidelidad matrimonial, la restitución de bienes perdidos y el tratamiento justo de los animales. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en Deuteronomio 22:
Proverbios 22:28: "No cambie la antigua frontera que sus antepasados han establecido". Este versículo destaca la importancia de la justicia y la equidad en la distribución de la tierra, un tema presente en Deuteronomio 22.
Levítico 19:19: "Mantenga mis decretos. No permita que sus animales se mezclen con otras especies. No plantee dos especies diferentes en el mismo viñedo. No use ropa hecha de dos especies diferentes de tela". Este versículo enfatiza la importancia de la separación y la pureza en la vida cotidiana, un tema presente en Deuteronomio 22.
Malachi 2:16: "Odio el divorcio", dice el Señor, Dios de Israel. "Y odio al que cubre su túnica de violencia", dice el señor de los anfitriones. "Así que ten cuidado con tu propia vida y no infiel". Este versículo destaca la importancia de la fidelidad matrimonial, un tema presente en Deuteronomio 22.
Isaías 1:17: "Aprenda a hacer el bien; busca justicia, corrija a los opresores. Defiende los derechos de los huérfanos, lucha por las causas de las viudas". Este versículo enfatiza la importancia de la justicia social, un tema presente en Deuteronomio 22.
1 Corintios 7:10-11: "A los casados doy esta instrucción, no yo, sino el Señor: la mujer no debe separarse de su esposo. Pero si lo hace, permanece sin casarse o reconciliarse con el esposo. Y el esposo no debe divorciarse de su esposa ". Este versículo destaca la importancia de la fidelidad matrimonial y el intento de reconciliación en lugar de divorcio, un tema presente en Deuteronomio 22.
“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina
