2. El rey mandó llamar brujos y magos, astrólogos y adivinos, para que explicaran su sueño. Vinieron y se presentaron al rey.





“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina