8. Poco antes pensaba dominar con su orgullosa superioridad desde las montañas hasta el mar. Ahora tenía que ser llevado en una camilla, dando a todos testimonio evidente del poder de Dios.





“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina