20. El sumo sacerdote Azarías y todos los sacerdotes, al mirarlo, vieron que tenía lepra en la frente. Por lo cual lo echaron de allí rápidamente; y él mismo se apresuró a salir porque Yavé lo había herido.





“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina