14. Acabado el trabajo, entregaron al rey y a Joyadá el resto del dinero, con el cual hicieron objetos para la Casa de Yavé: utensilios para el ministerio y para los holocaustos, vasos y objetos de oro y plata. Durante toda la vida de Joyadá los holocaustos se ofrecieron constantemente en la Casa de Yavé.





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina