33. Bendita sea tu sabiduría, y bendita seas tú misma, que me has impedido derramar sangre y vengarme por mi mano.





“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina