33. Una vez en su presencia, les dijo: «Háganse acompañar por un grupo de mis servidores, y lleven a Salomón montado en mi propia mula, a Guijón.





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina